- 7 marzo, 2018
Helga Arias Cada compositor escribe según sus propias ideas, esquemas mentales, su forma de ver y sentir el sonido ( ) no puede resumirse a algo tan amplio como el género
"Las mujeres han estado históricamente relegadas a un plano casi inexistente en la composición, por ello creo firmemente que apostar por una mayor presencia y visibilidad femenina es totalmente necesario"
FICHA TÉCNICA
Nombre: Helga Arias
Edad:33
Formación: RCSM de Granada, Milán y Parma con Javier Torres Maldonado. Universität für Musik und darstellende Kunst de Viena con el compositor austríaco Karlheinz Essl y de postgrado en composición en la Kunstuniversität Graz con Beat Furrer. Contemporáneamente recibe clases de compositores como Kaija Saariaho, Chaya Czernowin, Georg Friedrich Haas, Toshio Hosokawa, Pierluigi Billone, Isabel Mundry, Mark André, Alberto Posadas y Gabriel Erkoreka, entre otros y participa en varias masterclass con Helmuth Lachenmann, Wolfgang Rihm, Philippe Manoury, José María Sánchez Verdú o Daniel Teruggi.
Lugar donde vives: Suiza
Trabajo actual: compositora, profesora de educación Musical en una Oberstufe (Secundaria Suiza)
¿Qué te atrajo de la Música?
Desde que tengo uso de razón recuerdo escuchar mucha música en casa. Mis padres no son músicos pero siempre me han estimulado mucho musicalmente desde la infancia. En casa había discos de música renacentista, barroca, clásica, jazz, rock sinfónico, vanguardias…en ese sentido les debo el haberme acercado a este mundo sin ningún tipo de prejuicios estéticos.
A partir de ahí fue todo natural, me pasaba el día cantando lo que escuchaba y en cuanto un teclado cayó en mis manos, intentaba reproducir todas las melodías que conocía sin parar. Ahí mis padres se dieron cuenta de que tenía un especial interés y me preguntaron si quería aprender a tocar un instrumento, tenía 6 o 7 años.
¿Siempre quisiste ser Compositora?.
Sí y no. De pequeña recuerdo estar siempre inventando música. Como no sabía escribirla, la grababa en una cinta de cassette. A medida que fui aprendiendo solfeo y a tocar el piano empecé a improvisar cada vez más y a escribir canciones que cantaba y tocaba yo misma.
Más adelante, en la adolescencia, entré en un grupo de rock alternativo y acabé componiendo gran parte de la música. Ahí me di cuenta de que quería dedicarme a componer más seriamente pero no sabía nada acerca de esta profesión. Todos los compositores que conocía eran hombres y estaban muertos desde hace mucho, o eran muy ancianos. No lo consideraba una posibilidad real.
Por aquel entonces, a pesar de llevar casi 10 años estudiando en el conservatorio no tenía ningún contacto con la música contemporánea. Todo mi repertorio como pianista se reducía básicamente de Bach hasta Bartok. Desgraciadamente es una realidad que se repite en muchos conservatorios españoles, el vacío total a la música actual.
¿Por qué escogiste esta profesión?
Más bien la profesión me eligió a mí. Es algo que se hace por pura vocación o no se hace, porque requiere muchísima dedicación, sacrificio, afán de superación y también mucha resiliencia. Muchos compositores, entre los que me incluyo, tenemos otros trabajos, además de la composición, para poder subsistir económicamente. Aun así uno dedica sus horas libres, fines de semana, vacaciones y prácticamente todo el tiempo que queda a disposición para poder escribir y además sufre y se frustra porque nunca es suficiente y querría poder componer más. Sin ánimos de parecer banal, no considero la música una simple profesión, sino una forma de vida. Es algo que está presente en el aspecto personal, profesional, familiar e incluso afectivo.
¿Por qué crees que las mujeres hacen buen trabajo en el mundo de la música?. ¿Qué aportan?.
Desde el punto de vista puramente musical, no creo que las mujeres hagan un buen o mal trabajo o que aporten algo por el hecho de serlo. Considerarlo así sería admitir que existe una música masculina y otra femenina y personalmente no lo creo.
La composición, como tantos otros campos creativos, refleja una gran personalidad del artista, ya sea en el plano intelectual o emocional. Partiendo de esta base cada compositor escribe según sus propias ideas, esquemas mentales, su forma de ver y sentir el sonido. Creo que es algo muy personal y no puede resumirse a algo tan amplio como el género.
Por otra parte las mujeres han estado históricamente relegadas a un plano casi inexistente en la composición, por ello creo firmemente que apostar por una mayor presencia y visibilidad femenina es totalmente necesario. Así se destruyen los clichés, prejuicios, se crean modelos para las generaciones futuras. En este sentido el trabajo de muchas mujeres que luchan diariamente por acabar con los privilegios patriarcales, no sólo en la composición, es verdaderamente loable.
¿Existe una igualdad de oportunidades para las mujeres?. ¿Se trata de una profesión popular entre las mujeres?.
Lógicamente las cosas han mejorado mucho para las mujeres en la composición, al igual que en muchos otros campos. Cada vez hay más mujeres que estudian composición, música electrónica, dirección de orquesta…especialidades que eran casi exclusivamente masculinas hasta hace algunos años. Este es un primer paso. Sin embargo los puestos de poder en las grandes instituciones culturales, orquestas, festivales, etc. siguen estando ocupados mayoritariamente por hombres.
Mientras esto siga siendo así las cosas no se equilibrarán totalmente. Ahora están muy de moda las cuotas obligatorias de compositoras en festivales y conciertos, concursos para solo mujeres, etc. A mí me parece que es como dar limosna y además pone en entredicho el mérito profesional de las propias participantes. El problema se soluciona desde arriba, con más mujeres a cargo de grandes orquestas y ensembles, programando festivales y tomando decisiones. Conozco varios ejemplos de festivales que desde que son dirigidos por mujeres cuentan con una mayor presencia de compositoras e intérpretes y además han mejorado cualitativamente.
¿Qué consejo le darías a las mujeres jóvenes que están estudiando música actualmente?
Que busquen y se apoyen en modelos femeninos. Que sean valientes y que nunca se dejen intimidar por el hecho der mujer. Que no acepten nunca situaciones de desigualdad y abuso de poder.
Gracias Helga y Felicidades!